dimarts, de novembre 09, 2021

 

Duerme

DUERME


Dormir. Soñar. Soñar que vives.
O soñar que se sueña en vida (¿por desgracia?)
sin fin, lo que no significa
que el sueño sea y la vida no. Qué espanto,
hablo y no digo, por desgracia, nada.
Y sin embargo, tiene cáncer mi amor,
algo de nucleótidos mórbidos,
células y mayúscula verbal. Su hermoso
azabache ha devenido piel lisa
y cenicienta. Si me coge del brazo, se levanta.
Ya no corre. La vista se despegó del cielo,
elevado. Todo se hizo ya. Eurídice
es blanca, y duelo mi amor, duele.
¿Con cuánto dolor vive lo que vive? Más,
mucho más. Luego, ese océano, ahí,
ni sabido ni querido, certero en su obediencia
última, nihilista, entera. Ni frío es.
¿Y qué hacer ahora con la tarde, iluminada
como nunca, y esa, su ola de eternidad vacía?
Los días, los nuestros, quedaron atrás.
El recuerdo es tan solo algo con lo que masturbarse
cuando el dolor aprieta: se diluye en la sombra.
Duerme, mi amor, duerme, no pasa nada.


Recordo ara aquell vers de García Lorca, i dic adéu: 

"Cuando yo muera, dejad el balcón abierto."










Comments: Publica un comentari a l'entrada

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?