divendres, de juny 30, 2023
Max Horkheimer
El sistema
hegeliano parte de la hipótesis de que la reconciliación está ya asegurada, que
el ser es al mismo tiempo el bien, desde la perspectiva del concepto cristiano
de Dios. Incluso en Marx, que niega ese concepto, el caràcter teológico de la
historia, la unidad de conocimiento teórico y su aplicación política —o mejor, la seguridad
de su aplicabilidad— constituyen el a priori de su pensamiento. Nosotros, por el contrario,
no pasamos con ese gesto de autoseguridad sobre la muerte de la criatura, tan
insignificante para pensadores de tanto peso. La dialéctica no es para nosotros
un juego de cuyo final estuviéramos seguros. La dialéctica es algo serio. Si la
contradicción no es reconciliada, sabemos que todo el esfuerzo del pensamiento
habrá sido inútil. Con ello, es verdad, nos acercamos fatalmente al concepto de
la denostada tarea infinita.